En líneas generales, la osmosis es un proceso físico relativo al paso de un disolvente a través de una membrana semipermeable, que opera como un filtro con microporos que deja pasar las moléculas más pequeñas y detiene las grandes.
En el ámbito celular, por ejemplo, permite a las células de nuestro organismo el paso de nutrientes y la expulsión de desechos.
En el tratamiento del agua (para separarla de sólidos disueltos y sales minerales), se usa la osmosis inversa o la osmosis directa. Son procedimientos similares, pero guardan ciertas diferencias que vale la pena conocer.
¿Qué es la osmosis inversa?
En líneas generales, el procedimiento para obtener agua purificada por osmosis inversa, consiste en conducir agua a alta presión hidráulica (generada mediante una bomba) a través de la membrana semipermeable.
De esa manera, ese filtro de osmosis inversa retiene una alta cantidad de sales minerales, cloro, metales pesados, sedimentos, virus, bacterias y demás moléculas y partículas responsables de olores, colores o sabores no deseados, obteniendo agua con un nivel de pureza superior al 90%.
Adicional a la membrana, el sistema incluye dos filtros adicionales, uno para retener sedimentos y otro para carbón, denominados prefiltros o postfiltros, dependiendo de su ubicación antes o después de la membrana por la que pasa el agua. Su función es optimizar el proceso de purificación.
¿Qué es la osmosis directa?
Se trata del proceso de purificación que aprovecha la osmosis natural, aprovechando que los solventes en el agua buscan la zona de concentración más alta de soluto. Es decir, se separan las moléculas de agua a través de la membrana valiéndose de las diferencias de presión osmótica. Sin necesidad de aplicar altos flujos de presión.
Al igual que en los procesos de osmosis directa puede incluir filtros adicionales antes o después de la membrana semipermeable.
Principales diferencias entre osmosis inversa y osmosis directa
Una vez claro qué es la osmosis inversa y qué es la directa, podemos decir que se diferencia por la fuerza o energía ejercida para impulsar el paso del agua a través de la membrana.
En el caso de la osmosis directa se aprovecha el proceso natural de presión osmótica. En el caso del filtro de osmosis inversa se da la vuelta al fenómeno añadiendo presión hidráulica en el extremo del ducto por el que circula el agua a tratar.
En cierta forma, el proceso de osmosis inversa es un poco más rápido y eficaz a la hora de separar iones, partículas y moléculas de agua.
Esto no quiere decir que la osmosis directa sea mala. La implementación de uno u otro sistema depende de la contaminación del líquido a tratar y el nivel de pureza esperado.
De hecho, en ámbitos industriales pueden complementarse para tratar aguas residuales con altos niveles de concentración de solidos: primero pasa por osmosis directa y luego por osmosis inversa.
A la hora de obtener agua para consumo humano o de animales sí es mucho más recomendable el uso de un purificador de agua osmosis inversa. Al conectarlo a la red hidráulica mejoras la pureza de esa agua potable, haciéndola mucho más saludable.
Si deseas adquirir un purificador de agua osmosis inversa, te recomendamos nuestro purificador Vigahome. Es de fácil instalación y garantiza agua exquisita y segura para tomar o cocinar. Además, evacua las sales retenidas en una proporción de 4 litros por 1 litro de agua purificada, evitando así obstrucciones en el sistema hidráulico.